Aprovechando que en el último tema de Ciencias Sociales estábamos estudiando el mundo de los planos, los croquis y los mapas, la semana pasada iniciamos un pequeño taller de orientación sobre el terreno natural. Somos unos grandes afortunados por contar con la extensión de árboles, arbustos, plantas, senderos y caminos con los que podemos encontrarnos alrededor de nuestro cole, y no había mejor manera de aprendernos bien este tema que cogiendo nuestro plano real del centro y sus cercanías, y explorarlos en persona.
En la primera sesión analizamos el plano del cole y las pistas. Asignamos una serie de colores al edificio de Infantil y al de Primaria, así como a las pistas de educación física de arriba de la famosa cuesta. Luego fuimos ideando unos caminos de dichos colores que conectaran esos puntos que habíamos reconocido en nuestros planos. Con éstos preparados, salimos de la clase y nos pusimos a explorar, plano en mano, esos mismos caminos prestando mucha atención a cada elemento con el que nos íbamos cruzando para ver si éramos capaces de identificarlos en nuestro plano.
Volviendo por el camino que conectaba el edificio de Infantil con el nuestro, dimos por concluida la primera sesión.
En una segunda sesión completamente sorpresa para nuestros chicos y chicas, nos dirigimos a las pistas de arriba. Nos separamos en siete grupos de tres, y a cada grupo se le entregó un plano con una serie de puntos coloreados en naranja y a los que se les había colocado un numerito de referencia. Siete pistas escondidas en siete lugares del plano, desde la verja de entrada a la cuesta hasta el último rincón de las pistas deportivas, contando árboles, la hierba alta y sus inmediaciones.
Las reglas eran sencillas, el primer grupo que encontrara las siete pistas se proclamaría campeón de la Gymhkana de Orientación.
Pero, claro está, no todo iba a ser "correr y cantar". Cada pista, escondida por el plano, correspondía a un pequeño tarrito que contenía un papelito de referencia. Los grupos debían encontrar el tarrito (cuya localización estaba marcada en naranja en el plano), coger un papelito de su interior y llevarlo hasta la mesa del profe, que estaba arriba del todo, como puesto de control.
Al llegar, debían enseñar el papelito que habían cogido y superar una pequeña prueba dependiendo del número de la pista que habían buscado.
Debían ir en orden, así: el grupo 1 empezaba buscando la pista 1 y por tanto superando la prueba 1. Al finalizarla y al grito de ¡Prueba superada!, salía corriendo a buscar la pista 2, y así sucesivamente hasta completar las 7 pruebas del juego.
El primer grupo en completarlas todas en orden quedaría campeón.
Las pruebas estaban ideadas como repaso del trimestre. De esta manera, había pruebas de tablas de multiplicar, de doble y mitad, de división y reparto, de adivinanzas en forma de poema, de curiosidades sobre los minerales, de los planetas del Sistema Solar, etc. También había pruebas físicas, como llegar hasta la última portería y volver en menos de 30 segundos, o imitar con mímica una figura, número u objeto para que sus compañeros de grupo lo acertaran lo más rápido posible.
Al final, exhaustos y sonrientes, nuestro querido grupo formado por Jordi, Aitor y Marta Armario, se proclamó supercampeón del juego, ante el merecido aplauso de todos sus compañeros y compañeras.
Ya estamos deseando que lleguen los últimos días de curso para repetir esta divertida gymhkana, que nos traerá seguro más y mejores pruebas que superar.
Os dejo una gran colección de fotos que, junto a todo el planteamiento y desarrollo de la actividad, ha sido posible gracias a la entera colaboración de nuestra compañera en prácticas María.
Un saludo y ¡hasta la próxima aventura!
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| ¡Campeones! |
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